A medio gas transcurrió la cuarta jornada en lo que a resultados se refiere, puesto que casi la mitad de los encuentros -cinco de doce- finalizaron en empate: tres en Preferente y uno en cada grupo de Primera. El dato es especialmente curioso en el caso de Preferente, pues es la única categoría donde no se había producido ninguno en las jornadas anteriores. Si a todo esto añadimos los tres partidos que acabaron con victoria por la mínima, tenemos que en dos tercios de los encuentros se registraron marcadores muy ajustados.
En el cómputo general del tramo de liga que se ha completado observamos que el resultado más frecuente en Primera "B", con diferencia, es 2'5-1'5. En Primera "A", también de manera destacada, el tanteo que más veces se ha dado es sorprendentemente el de 4-0. En Preferente, en cambio, los resultados de 3-1 y 2'5-1'5 se corresponderían con la moda estadística de la categoría.
Esta ronda fue doblemente propicia para el Grandama: rompió la racha de derrotas con un valioso empate y puntuó donde no lo había hecho hasta ahora, es decir, en los tableros segundo y tercero. Yadira Rodríguez voló desde el oeste del archipiélago para poner su granito de arena con unas tablas, mientras que Susana Pérez se rebeló contra la tendencia de las tres primeras jornadas con una victoria.
El único equipo que ha logrado pleno de victorias es el Piscolabis Oleaje San Andrés, en Primera "A" -y casi pleno de puntos, con 15'5 de 16 posibles-. Por otra parte, en Preferente solo queda imbatido el Anand, que ocupa el liderato. En los dos grupos de Primera, los equipos imbatidos son los inquilinos de los puestos que dan derecho a disputar la liguilla de ascenso.
Una ronda más las blancas ganan a las negras. En esta ronda lo han conseguido más holgadamente que en ocasiones anteriores, con un tanteo de 24-14. En el cómputo global, las blancas mantienen un score favorable de 82-65.
Para finalizar, nos tomaremos la licencia de modificar ligeramente el primer título de la trilogía de Stieg Larsson para ilustrar uno de los acontecimientos de la jornada. También damos por supuesta la aquiescencia de José Luis Galván, quien es merecedor de todo nuestro respeto, para decir que se ha erigido en "el hombre que no amaba a las mujeres", pues fue quien impidió que las féminas lograran puntuar en todos los tableros en que tomaron parte con su victoria sobre la MIF Belinda Vega.
Pedro Gabino Padrón
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