En Gran Canaria se han celebrado dos Campeonatos de España de Ajedrez (individuales absolutos). El segundo tuvo lugar recientemente en San Bartolomé de Tirajana. El primero fue en 1983, en el hotel Santa Catalina de Las Palmas de G. C., testigo privilegiado de muchos de los célebres torneos internacionales Ciudad de Las Palmas.
Entonces era alcalde de la ciudad el insigne Juan Rodríguez Doreste, presidía la Federación de Ajedrez de Las Palmas Augusto Menvielle, se inventaba el compact disc y sonaba el Every Breath You Take de The Police. Sin embargo, por lo que aconteció, quizás tendríamos que entonar otro tema que irrumpió con fuerza aquel año mágico: el What a Feeling de Irene Cara.
Alcalde D. Juan Rodríguez Doreste |
En aquel XLVIII Campeonato de España nos representaron cuatro jugadores de nuestra federación: el propio Augusto Menvielle, José García Padrón, José Miguel Fraguela y Alfredo Brito, que era el benjamín del torneo con tan solo 20 años. El árbitro principal fue Gregorio Hernández (q.e.p.d.) y el árbitro adjunto, Manuel Quevedo (q.e.p.d.).
José Miguel Fraguela ya había sido campeón de España absoluto al vencer en el torneo de Benidorm de 1975. Ocho años antes, en 1967, otro canario, el muy querido y añorado Ángel Fernández (q.e.p.d.), se había alzado con el máximo entorchado nacional en Palma de Mallorca. El campeonato de 1983, por lo tanto, era objeto de un extraordinario interés por parte de todos los canarios: ¿se cumpliría de nuevo el ciclo de 8 años y tendríamos otro campeón de España de nuestra tierra?
Fue un torneo maratoniano, con 16 participantes, entre los que se contaban Juan Manuel Bellón, que defendía el título, y cuatro excampeones: el propio Fraguela, Mario Gómez, Ángel Martín y Francisco Javier Sanz. Que surgiera otro campeón de España canario se antojaba difícil, aunque no imposible dada la calidad de nuestra representación. Con esta esperanza en el horizonte de nuestra mirada dio comienzo el torneo. El saque de honor en la partida Juan A. Corral - Alfredo Brito fue el pistoletazo de salida.
Las jornadas se fueron sucediendo y la emoción no conocía techo. El ocho, referido en esta ocasión al ciclo mencionado anteriormente y no a la magnífica novela de Katherine Neville, había dejado de ser una mera posibilidad para convertirse en una realidad que podía materializarse muy pronto. Se llegó a la última ronda con un canario ocupando el liderato en solitario: José García Padrón. A medio punto, Mario Gómez esperaba su oportunidad. García Padrón necesitaba ganar para coronarse campeón de España absoluto y hacernos felices a todos sus paisanos.
Máxima fue la expectación en esta última jornada. José García Padrón se enfrentó a Barberá en una partida calificada por él mismo de intensa, aunque a tenor de lo acontecido quizás no existan palabras adecuadas para describirla. Fue una partida complicada, muy complicada, que a posteriori fue sometida a profundos análisis. Había mucho en juego, y la posición requería jugarse con extraordinaria precisión. A Caissa le debió de parecer que, con todo, la emoción aún no era suficiente para rendirle culto como se merece y empujó a los contendientes a forzar el aplazamiento de una partida que se encontraba al filo de la navaja. En la reanudación el público abarrotaba la sala creando un ambiente inusual en un evento ajedrecístico. La tensión se podía palpar, la atmósfera se volvía espesa por momentos y hasta costaba respirar.
Sala de juego (Hotel Santa Catalina) |
Pero el ansiado momento llegó y Barberá acabó inclinando su rey. En ese mismo instante el volcán contenido que era la sala estalló en una ovación más propia de gestas realizadas en un estadio de fútbol que en un salón de ajedrez. El ciclo de ocho años volvió a aparecer, esta vez en nuestra tierra, que se había empeñado en que tal aparición nos aceptara como testigos y que ya acogía entre sus brazos a tres campeones nacionales absolutos.
Mágico fue lo acontecido, pero si antes Caissa había exigido un mayor sacrificio para sentirse adecuadamente correspondida, después premió con generosidad los denuedos del ajedrez canario aún con más magia. En ese mismo año de 1983, prodigiosa década de los 80's, Mª Pino García Padrón, hermana de José, se proclamaba campeona de España femenina para felicidad de todos los canarios y mayor felicidad de una familia de campeones.
Aun con todo la magia es magia, y ni la propia diosa Caissa puede pretender dominarla. El 8, número ajedrecístico por excelencia, creó de la nada ese ciclo de campeones absolutos y lo cerró en la década cuyo guarismo domina. Y aunque la magia posee libre albedrío, no podía dejar de contentar a quien es su aliada. Fragmentado en dos, pero siempre 8, nos regaló otros ciclos: los 4 años transcurridos entre los dos campeonatos de España conseguidos por Mª Pino García Padrón y, también, los 4 años transcurridos entre los dos campeonatos de España logrados por Sabrina Vega.
Pedro Gabino Padrón
N.R. Deseo agradecer al MI José García Padrón la información facilitada acerca de este campeonato.
Lamento, por otra parte, no haber podido tener acceso a ninguna de las partidas disputadas.
Fuentes de información: MI José García Padrón, boletín del XLVIII Campeonato de España de Ajedrez, www.feda.org y la memoria de quien les escribe, muralista del campeonato.
6 comentarios:
Estimado:
Buen artículo. Yo estuve alli. Miren las fotos últimas de la siguiente crónica:
http://ajedreztenerife.blogspot.com.es/2008/11/ix-torneo-internacional-de-ajedrez_9985.html
Aquel día fue un día muy grande para el ajedrez canario. Posiblemente el más grande, porque fue en Canarias.
Un saludo.
ANGEL JIMÉNEZ ARTEAGA.
Estimado Ángel:
¡Muchas gracias por tu comentario y por visitarnos!
Deseo felicitarte también por tu blog y sus interesantes contenidos.
Saludos.
Buscando musica para Braulio encontre esta entrada. Genial Pedro...
¡Gracias, David!
Viniendo de ti, es un honor.
Magnifica cronica. Aunque no muchas algunas partidas salieron en la prensa de la epoca y en la revista jaque
¡Muchas gracias, Ricardo! Es un placer y un honor que te pases por este blog y lo leas. Saludos.
Publicar un comentario