11 de agosto de 2013

III Blitz Nocturno de Guía

Crepúsculo


Pedro Gabino Padrón (TresW)

Veintiún jugadores participamos en el III Blitz Nocturno de Guía. Curiosamente, las cifras de mi año de nacimiento suman 21 y las cifras de este número suman 3. La cadena de coincidencias continúa con que el 3 se repite en el número de edición de este torneo y en el nuevo nombre de mi equipo, TresW.


Esta confluencia de factores provocó en mí la sed de sangre de mis rivales, al tiempo que los reflejos violáceos del cielo me obnubilaban la razón. Ya solo tenía en mente ocupar el vértice superior de la pirámide alimentaria. Con el crepúsculo como testigo y con una tensión creciente en mis encías, a la altura de los incisivos, me dirigía hacia el norte de la isla mientras caía la noche.



En mi punto de destino aguardaban cazadores de toda índole: algunos de ellos, dignos descendientes del mismísimo Van Helsing; otros, con fuerzas suficientes que haría bien en no desdeñar. Con los cinco sentidos al máximo rendimiento rondaban el lugar, acotando el territorio, el MI Alfredo Brito, campeón reciente en latitudes más meridionales y flamante nuevo fichaje del club anfitrión, el veterano luchador cubano Raúl Sánchez, parte de la armada local encabezada por Alexis Alonso y José Juan Díaz, el primer depredador del San Mateo, Nicanor Camino, el siempre peligroso Antonio Aguilera y una buena cantidad de sub-14, entre quienes destacaban Antonio Rodríguez Mellado, Nauzet Cruz y Daniel Sanabria.

Primera ronda

Tras siete rondas y después de haber comido y bebido -pero nada de ese fluido vital de color rojo que tanto apreciamos-, comprendí que las señales habían apuntado en una dirección diferente a la que creí. Que el tres apareciera por doquier constituía una evidencia más que significativa: el tercer puesto ya se me había adjudicado, prolongando a este año la clasificación lograda en la edición anterior. En el podium me acompañaron el MI Alfredo Brito, campeón con pleno de victorias, y el subcampeón, Antonio Rodríguez Mellado.

Mientras me alejaba del lugar, internándome en las sombras del camino, volví a sentir aquella presión en las encías, a la altura de los incisivos, y observé que ya no le quedaba ningún sabor a aquella goma de mascar.

Pedro Gabino Padrón

4 comentarios:

Antonio Jose dijo...

Enhorabuena Pedrooooo!!!

Cajota64 dijo...

¡Muchas gracias, caballero!

Macos Raluy dijo...

Bien hecho, Pedrillo!!!

Cajota64 dijo...

¡Gracias, señor!